¡¡¡ BIENVENIDOS !!!

Fonoaudiología activa desde 2000... con el ánimo de proveer información a los Fonoaudiólogos y estudiantes. Minibiblioteca de artículos recientes. Fonoaudiologos trabajando la deglución desde hace mas de 70 años...

jueves, 22 de octubre de 2020

Conexiones entre los nervios facial y trigémino: base anatómica para la propiocepción de los músculos faciales

La propiocepción a nivel orofacial es distinta, carece de los propioceptores típicos.  Por eso algunas técnicas no funcionan bien a nivel orofacial...

La propiocepción es la cualidad de la mecanosensibilidad que informa al sistema nervioso central sobre las condiciones estáticas y dinámicas de los músculos y las articulaciones.  Se origina en órganos sensoriales especializados(propioceptores) que incluyen husos musculares y órganos tendinosos de Golgi.  Además, los mecanorreceptores de la articulación capsular y ciertos tipos de mecanorreceptores cutáneos también pueden funcionar como propioceptores. La propiocepción se aplica a todos los músculos esqueléticos, incluidos los craneocefálicos. Sin embargo, aunque los músculos inervados por el nervio trigémino (nervio craneal V: CNV) contienen propioceptores,  esos inervado por el facial (nervio craneal VII: CNV II, nos) o los nervios glosofaríngeo carecen de propioceptores típicos. Sin embargo, la propiocepción facial juega un papel clave en la expresión facial, la coordinación de los movimientos faciales, de regulación de la fuerza masticatoria en conjunción con los músculos de la mandíbula, oromotores comportamientos y la comunicación facial no verbal y de los reflejos orofaciales relacionados con el habla, la deglución, tos , vómitos o respiración. 

Hace algunas décadas, Baumel  sugirió que los impulsos propioceptivos de los músculos faciales se transmiten a través de las ramas de la NVC, que inervan la piel de los músculos faciales regulando la expresión facial y establecen múltiples comunicaciones con las ramas del CNVII. Actualmente, está ampliamente aceptado que la propiocepción de todos los músculos craneocefálicos depende de la NVC,  y las conexiones entre la NVC y el CNVII pueden explicar, al menos en parte, por qué las aferentes del trigémino transmiten información propioceptiva desde la cara al núcleo mesencefálico del trigémino. para procesar. 

Además, y a pesar de que los músculos faciales carecen de propioceptores típicos, se ha descubierto que la agudeza propioceptiva de los músculos orofaciales es más precisa que la de la mandíbula. Todos juntos, estos datos sugieren una interacción compleja entre CNV y CNV II, nos, que es de capital importancia para comprender las características clínicas de estos nervios y en la cirugía que implica a preservar la propiocepción en el trasplante de cara tanto como sea posible,  en reconstructiva y cirugía cosmética facial de plástico, o en procedimientos mínimamente invasivos (es decir, la toxina botulínica).

Aquí revisamos la literatura y agregamos nuestra propia experiencia dedicada a las comunicaciones faciales (superficiales) entre CNVII y CNV. Además, actualizamos los conocimientos actuales sobre propiocepción en los músculos faciales, que brindan un soporte anatómico en estas comunicaciones.

Comunicaciones entre el facial y el trigémino:  

CNVII exhibe un patrón de ramificación muy variable y complicado y forma comunicaciones con varios otros nervios craneales , especialmente con las ramas de las tres divisiones de CNV.  Una revisión de los estudios disponibles sobre comunicaciones trigéminofaciales por Hwang et al muestra que en los estudios que utilizan disección, la rama maxilar tuvo la mayor frecuencia (95,0% ± 8,0%) de comunicación con CNVII, seguida de la rama mandibular (76,7% ± 38,5%) y la oftálmica rama (33,8% ± 19,5%). Sin embargo, cuando se utilizó el método de tinción de Sihler para teñir los nervios, se observó que todas las ramas maxilares y mandibulares y el 85,7% (12/14 hemi-caras) de las ramas oftálmicas tenían comunicación con la facial.  Curiosamente, la comunicación entre el nervio infraorbitario y las diferentes ramas del CNVII se encuentran regularmente justo debajo del foramen infraorbitario, formando el plexo infraorbitario 

J.L. Cobo, A. Solé-Magdalena, I. Menéndez, J.C. de Vicente, J.A. Vega, Connections between the facial and trigeminal nerves: Anatomical basis for facial muscle proprioception,

JPRAS Open, Volume 12, 2017, Pages 9-18, ISSN 2352-5878,

Artículo completo en:  https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2352587817300098

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tu comentario, nos interesa