Los pacientes que sufren de
lesiones nerviosas con alteraciones sensoriales o dolor orofacial tienen una
calidad de vida muy reducida y esto supone un gran coste para la
sociedad. Las sensaciones anormales causadas por una lesión del nervio
trigémino a menudo se vuelven crónicas, muy debilitantes y extremadamente
difíciles de tratar. En general, el tratamiento no invasivo, como el
tratamiento farmacológico, ha sido insuficiente y actualmente existen pocos
tratamientos eficaces disponibles. Las intervenciones quirúrgicas como la
conexión de un extremo a otro o el injerto de nervios tienen desventajas, como
la morbilidad del sitio donante o la formación de neuromas. Es necesario
optimizar la técnica de reparación nerviosa, especialmente para el sistema nervioso
trigémino, que hasta ahora no se ha explorado bien. Recientemente, La
disfunción del nervio trigémino debido a traumatismos, enfermedades o causas
desconocidas es angustiante para los pacientes. Las alteraciones
sensoriales y / o el dolor son condiciones desagradables. Puede involucrar
la función de la mandíbula, los músculos, la piel del mentón y los labios, la
mucosa intraoral y la lengua y dar lugar a varios problemas como dolor,
incapacidad para mover la mandíbula, morderse la lengua-labio o las mejillas,
incapacidad para mantener la competencia en alimentos y líquidos, sensación de
ardor con estímulos provocadores, cambio en el patrón del habla y cambio en la
percepción del gusto. Los estudios de pacientes que se ven afectados por
trastornos temporomandibulares (TTM), que pueden presentar una condición de
dolor de larga duración donde los músculos y / o articulaciones están
involucrados, han revelado que los factores psicológicos dominan como
consecuencia de vivir con dolor. En un estudio en el que se investigó a
los pacientes con TMD con un enfoque multidisciplinario, la mayoría de los
pacientes tenían una larga historia de dolor, niveles elevados de
catastrofización y una alta incidencia de ansiedad y / o depresión. La
lesión de las vías somatosensoriales puede aumentar la transmisión nerviosa,
como en la alodinia y la hiperalgesia, o disminuir la transmisión, como en la
hipoestesia o la anestesia. Una secuela importante de la lesión nerviosa y
otras enfermedades del sistema nervioso es la degeneración neural. La
sensación anormal inducida por una lesión del nervio periférico se ha
considerado una enfermedad neurodegenerativa progresiva.
La lesión traumática del nervio
trigémino es un desafío clínico importante. La rama del trigémino más
frecuentemente afectada es el nervio alveolar inferior (IAN) seguido del nervio
lingual (LN) y finalmente el nervio infraorbitario (ION) (Fig. 1 ). Se
ha informado anteriormente que la recuperación espontánea de la IAN lesionada
después de 6 a 9 meses dejará cierto grado de discapacidad permanente a largo
plazo. La alteración de la sensibilidad en el nervio dañado es el
resultado de un daño directo o indirecto debido a compresión, estiramiento o
laceración. El grado de alteración depende de la gravedad de la lesión.