Los trastornos de los movimientos oromandibulares tienen el potencial de deteriorar la función de la mandíbula; afecta las expresiones orofaciales, la apariencia facial y la estética; y el impacto en la calidad de vida de los pacientes afectados.
Un odontólogo entrenado en dolor orofacial o medicina oral desempeña un papel primordial en el diagnóstico y manejo de los trastornos del movimiento orofacial. A medida que aumenta la conciencia dental en el envejecimiento de la población, la importancia de un conocimiento adecuado de estas entidades clínicas por el dolor orofacial y la medicina oral especialista dental se vuelve más importante.
La responsabilidad del reconocimiento de los trastornos del movimiento es también la del odontólogo general, a fin de proporcionar un tratamiento adecuado basado en un diagnóstico preciso.
Debe tenerse en cuenta que debido a la falta de estudios metodológicamente sólidos que apoyen las diversas opciones terapéuticas disponibles, se refuerza la importancia de las modalidades restauradoras conservadoras y no invasivas para el mantenimiento de un equilibrio funcional orofacial.
Gary M. Heir, José L. de la Hoz. 8 de julio de 2017
https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-319-51508-3_16
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