Hay una notable falta de alternativas terapéuticas para lo que se está convirtiendo rápidamente en una epidemia mundial de lesión cerebral traumática (LCT). La fotobiomodulación (PBM) emplea luz roja o infrarroja cercana (NIR) (600–1100 nm) para estimular la curación, proteger el tejido de la muerte, aumentar la función mitocondrial, mejorar el flujo sanguíneo y la oxigenación del tejido. PBM también puede actuar para reducir la hinchazón, aumentar los antioxidantes, disminuir la inflamación, proteger contra la apoptosis y modular el estado de activación microglial. Todos estos mecanismos de acción sugieren fuertemente que el PBM administrado a la cabeza debería ser beneficioso en casos de LCT aguda y crónica. La mayoría de los informes han utilizado luz NIR de láser o de diodos emisores de luz (LED). Muchos estudios en modelos animales pequeños de LCT aguda han encontrado efectos positivos sobre la función neurológica, el aprendizaje y la memoria, y reduce la inflamación y la muerte celular en el cerebro. Existe evidencia de que PBM puede ayudar al cerebro a repararse a sí mismo estimulando la neurogénesis, regulando al alza la síntesis de BDNF y fomentando la sinaptogénesis. En voluntarios humanos sanos (incluidos estudiantes y mujeres mayores sanas), se ha demostrado que PBM aumenta el flujo sanguíneo cerebral regional, la oxigenación de los tejidos y mejora la memoria, el estado de ánimo y la función cognitiva. Se han realizado estudios clínicos en pacientes que sufren los efectos crónicos de TBI. Ha habido informes que muestran una mejora en la función ejecutiva, la memoria de trabajo y el sueño. La resonancia magnética funcional ha demostrado que la modulación de la activación en redes cerebrales intrínsecas probablemente se dañe en TBI (red de modo predeterminado y red de prominencia). Existe evidencia de que PBM puede ayudar al cerebro a repararse a sí mismo estimulando la neurogénesis, regulando al alza la síntesis de BDNF y fomentando la sinaptogénesis. En voluntarios humanos sanos (incluidos estudiantes y mujeres mayores sanas), se ha demostrado que PBM aumenta el flujo sanguíneo cerebral regional, la oxigenación de los tejidos y mejora la memoria, el estado de ánimo y la función cognitiva. Se han realizado estudios clínicos en pacientes que sufren los efectos crónicos de TBI. Ha habido informes que muestran una mejora en la función ejecutiva, la memoria de trabajo y el sueño. La resonancia magnética funcional ha demostrado que la modulación de la activación en redes cerebrales intrínsecas probablemente se dañe en TBI (red de modo predeterminado y red de prominencia). Existe evidencia de que PBM puede ayudar al cerebro a repararse a sí mismo estimulando la neurogénesis, regulando al alza la síntesis de BDNF y fomentando la sinaptogénesis. En voluntarios humanos sanos (incluidos estudiantes y mujeres mayores sanas), se ha demostrado que PBM aumenta el flujo sanguíneo cerebral regional, la oxigenación de los tejidos y mejora la memoria, el estado de ánimo y la función cognitiva. Se han realizado estudios clínicos en pacientes que sufren los efectos crónicos de TBI. Ha habido informes que muestran una mejora en la función ejecutiva, la memoria de trabajo y el sueño. La resonancia magnética funcional ha demostrado que la modulación de la activación en redes cerebrales intrínsecas probablemente se dañe en TBI (red de modo predeterminado y red de prominencia). En voluntarios humanos sanos (incluidos estudiantes y mujeres mayores sanas), se ha demostrado que PBM aumenta el flujo sanguíneo cerebral regional, la oxigenación de los tejidos y mejora la memoria, el estado de ánimo y la función cognitiva. Se han realizado estudios clínicos en pacientes que sufren los efectos crónicos de TBI. Ha habido informes que muestran una mejora en la función ejecutiva, la memoria de trabajo y el sueño. La resonancia magnética funcional ha demostrado que la modulación de la activación en redes cerebrales intrínsecas probablemente se dañe en TBI (red de modo predeterminado y red de prominencia). En voluntarios humanos sanos (incluidos estudiantes y mujeres mayores sanas), se ha demostrado que PBM aumenta el flujo sanguíneo cerebral regional, la oxigenación de los tejidos y mejora la memoria, el estado de ánimo y la función cognitiva. Se han realizado estudios clínicos en pacientes que sufren los efectos crónicos de TBI. Ha habido informes que muestran una mejora en la función ejecutiva, la memoria de trabajo y el sueño. La resonancia magnética funcional ha demostrado que la modulación de la activación en redes cerebrales intrínsecas probablemente se dañe en TBI (red de modo predeterminado y red de prominencia). Ha habido informes que muestran una mejora en la función ejecutiva, la memoria de trabajo y el sueño. La resonancia magnética funcional ha demostrado que la modulación de la activación en redes cerebrales intrínsecas probablemente se dañe en TBI (red de modo predeterminado y red de prominencia). Ha habido informes que muestran una mejora en la función ejecutiva, la memoria de trabajo y el sueño. La resonancia magnética funcional ha demostrado que la modulación de la activación en redes cerebrales intrínsecas probablemente se dañe en TBI (red de modo predeterminado y red de prominencia).
Artículo completo en: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/jnr.24190
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