Interesante estudio en primates no humanos que da aportes sobre el Parkinson y otros trastornos del movimiento.
Los estudios en primates no humanos (NHP) han llevado a importantes avances en nuestra comprensión de la función de los ganglios basales y de los mecanismos fisiopatológicos de los trastornos del movimiento hipocinético como la enfermedad de Parkinson y los trastornos hipercinéticos como la corea y la distonía. Dado que los cerebros de los NHP son anatómicamente muy similares a los de los humanos, los estados de enfermedad y los efectos de los enfoques médicos y quirúrgicos, como la estimulación cerebral profunda (DBS), se pueden modelar de manera más fiel en NHP que en otras especies. De acuerdo con el modelo actual de circuitos de ganglios basales, que fue fuertemente influenciado por estudios en NHP, los ganglios basales se consideran componentes de redes segregadas que emanan de áreas corticales específicas, atraviesan los ganglios basales y el tálamo ventral y regresan al corteza frontal. Con base en los supuestos dominios funcionales de las diferentes áreas corticales involucradas, estas redes se designan como circuitos 'motor', 'oculomotor', 'asociativo' y 'límbico'. Las funciones de estas redes están fuertemente moduladas por la liberación de dopamina en el cuerpo estriado. La liberación de dopamina estriatal altera la actividad de las neuronas de proyección estriatal que, a su vez, influye en la salida (inhibitoria) de los ganglios basales. En el parkinsonismo, la pérdida de dopamina estriatal produce la aparición de patrones de estallido oscilatorio de activación de las neuronas de salida de los ganglios basales, una mayor sincronía de la descarga de las neuronas de los ganglios basales vecinos y un aumento general de la producción de ganglios basales. La relevancia de estos hallazgos está respaldada por la demostración, en los modelos NHP de parkinsonismo, de los efectos antiparkinsonianos de la inactivación del circuito motor a nivel del núcleo subtalámico, uno de los principales componentes de los ganglios basales. Este hallazgo también contribuyó fuertemente a la reactivación del uso de intervenciones quirúrgicas para tratar a pacientes con enfermedad de Parkinson. Si bien los procedimientos ablativos se utilizaron por primera vez para este fin, ahora han sido reemplazados en gran parte por DBS del núcleo subtalámico o segmento paliativo interno. Estos procedimientos no solo son efectivos en el tratamiento del parkinsonismo, sino también en el tratamiento de afecciones hipercinéticas (como la corea o la distonía) que resultan de cambios fisiopatológicos diferentes a los que subyacen a la enfermedad de Parkinson. Por lo tanto, estas intervenciones probablemente no contrarrestan aspectos específicos de la fisiopatología de los trastornos del movimiento, pero eliminan de manera no específica la influencia de los diferentes tipos de salida de ganglios basales disruptivos de las porciones relativamente intactas de los circuitos del motor aguas abajo de los ganglios basales. Conocimiento obtenido a partir de estudios en primates no humanos sigue siendo crítica para nuestra comprensión de la fisiopatología de los trastornos del movimiento, de los efectos de DBS en actividad de la red cerebral y el desarrollo de mejores tratamientos para los pacientes con trastornos del movimiento y otros trastornos neurológicos o psiquiátricos.
Thomas Wichmann, Hagai Bergman, Mahlon R. DeLong. Neurología y estudios neurológicos preclínicos - 10 de junio de 2017
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