La Termografía Clínica se basa en la medición y cuantificación de la temperatura de la superficie de la piel. Esta temperatura depende de la circulación de la sangre en los milímetros más externos de la piel. Este flujo de sangre está sujeto a una regulación compleja por el sistema nervioso y factores locales; por lo tanto, es posible "ver" la condición de los órganos internos mediante examen de infrarrojos, lo que permite valorar la posible o probable existencia de procesos patológicos tales como tumores, inflamación, daño o degeneración tisular etc., ya que estos procesos tienen un impacto en la temperatura de la piel mientras tienen lugar. Los procesos subyacentes conducen a reacciones vasculares y nerviosas que se pueden mostrar como diferentes patrones de calor (termogramas) y detectarlos mediante análisis infrarrojo. La termografía tiene muchas aplicaciones dentro del campo médico como detección del cáncer de mama, detección del dolor, diabetes, enfermedad de Raynaud, diagnóstico de Parkinson, entre otras.
El valor diagnóstico de la termografía en general se basa en el hecho de que las alteraciones fisiopatológicas tienen una relación con los cambios metabólicos, por consiguiente, con la temperatura de la zona evaluada... Consideramos que aunque sea una técnica que tiene sus limitaciones, como todas las técnicas existentes, tiene una cualidad muy importante, y es que no es invasiva y relativamente barata.
... La termografía aplicada a la medicina es una técnica no invasiva, que permite a los profesionales visualizar y cuantificar los cambios en la temperatura superficial de la piel. Un dispositivo de exploración infrarroja se utiliza para convertir la radiación infrarroja emitida desde la superficie de la piel en una imagen termográfica. Imágenes que pueden ser almacenadas digitalmente y post-procesadas usando varios paquetes de software para obtener el modelo termal. La interpretación de color es relativamente más fácil y más rápida. El espectro de colores indica el aumento o disminución de la cantidad de radiación infrarroja que se emite desde la superficie del cuerpo, y a partir de una valoración exhaustiva de las diferentes imágenes se emite el diagnóstico. Puesto que existe un alto grado de simetría térmica en el cuerpo, la temperatura anormal y asimétrica puede ser detectada fácilmente. Con el avance científico, los detectores infrarrojos se han ido perfeccionando, haciendo a la termografía infrarroja un instrumento más exacto, y una técnica alternativa al diagnóstico médico para las medidas de modelo anormales de temperaturas. Además, la sensibilidad de temperaturas, la resolución espacial y la naturaleza de no contacto, hacen de la termografía una metodología absolutamente inofensiva, tal y como se ha indicado anteriormente. Los estudios hasta ahora indican que la termografía infrarroja puede ser usada para el diagnóstico de cáncer de mama, diabetes, la neuropatía diabética, párkinson, fibromialgia, etc. e incluso para la detección precoz de otras muchas de enfermedades. Pero, sin duda, el mayor valor clínico de la termografía esta es su alta sensibilidad a la patología en los sistemas vascular, muscular, nervioso y óseo, y como tal puede contribuir al diagnóstico efectuado por el médico....
Neurotermografía, Emilio Gómez Milán, Elvira Salazar, Emilio Domínguez, Oscar Iborra, Juanma de la Fuente y María José de Córdoba. Investigaciones realizadas en el laboratorio de Termografía Psicosomática del Centro de Investigación Mente Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad De Granada, abril de 2015
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